1.

viernes, 28 de enero de 2011

El pecado de no ser un país rico y sobretodo el pecado de no tener petróleo

A un año del terremoto en Haití, el país sigue en ruinas
El 12 de enero de 2010, un sismo despiadado arruinó decenas de miles de vidas y transformó a Haití en un montón de escombros. Hoy, un año después, el país recuerda a las más de 230.000 personas que murieron en este terremoto, considerado uno de los más devastadores del siglo.
Hoy los periódicos y la televisión, se hacen eco de lo sucedido hace un año: Los altos funcionarios han visitado una fosa común situada en la capital, Puerto Príncipe. Por la tarde, cientos de globos blancos serán lanzados al cielo a la misma hora en la que el temblor de 7.3 grados de magnitud derribó el palacio Presidencial, decenas de edificios institucionales y miles de hogares.
¿Un año es mucho o poco tiempo? Cada día fueron disminuyendo las esperanzas, y el optimismo no ha sido suficiente para los cambios en este país: el dinero que prometieron no llega, la crisis política avanza con la misma velocidad que la epidemia de cólera, el nivel de desempleo sigue siendo alto, así como el de inseguridad.
Haití nunca ha sido un país feliz: es el más pobre en América Latina, con un 77% de población que vive con menos de 2 dólares al día, un 58% que no tiene acceso al agua potable, un 80% desempleado y un 60% de niños con anemia.
Los niños no acuden a los centros escolares y afrontan el riesgo de ser robados y trasladados a otros países. Las niñas y las mujeres están bajo peligro de ser violadas y agredidas sexualmente en cada momento, rehecho son violadas a menudo.
En un primer momento de la tragedia, el mundo entero se presto a ayudad a Haití, lamentablemente cuando se marcharon las cámaras de TV. Solo quedaron las organizaciones sin interés de lucro.
El entusiasmo con que varias naciones de todo el mundo se han puesto a ayudar al empobrecido país no ayudó mucho. Solo un 20% de la suma total juntada por 150 países y organizaciones internacionales ha llegado a Haití. Además, una parte significante del dinero prometido es en realidad una condonación de la deuda externa nacional. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para reconstruir este país se requeriría entre 8.000 y 14.000 millones de dólares.
La hipocresía de los países que se ofrecieron a reconstruir el país se ha hecho patente. Hoy nadie o muy pocos se acuerdan de las promesas y la tragedia continua en Haití.
La pregunta se hace evidente ¿seria igual de ser un país con recursos que interesaran a los países ricos? NO, no seria igual ¡¡lastima de país pobre!!

No hay comentarios: