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sábado, 26 de febrero de 2011

Reportajes Buenos Aires - Argentina

María Matilde Ollier: “La Presidenta está en un callejón sin salida”

Dice que la posibilidad nacional de Macri depende del Peronismo Federal. Que su chance es mayor tras la muerte de NK. Y que no hay un candidato fuerte en la Ciudad.

Por Laura Di Marco

“Las chances de que Mauricio Macri se convierta en un candidato presidencial competitivo están atadas a una eventual y, hoy por hoy, posible alianza con el Peronismo Federal”, resume la doctora en Ciencia Política María Matilde Ollier en la charla con NU, durante la cual también aseguró que el jefe porteño aumentó sus posibilidades de llegar al máximo sillón del país tras el inesperado fallecimiento de Néstor Kirchner.

Investiga y enseña en la Universidad de San Martín, y es autora de varios libros, en los que se dedicó a bucear sobre distintos temas de la política nacional. Hizo su doctorado en la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos, después de haber obtenido un máster en Flacso. Es, además, profesora de Historia de la UBA.

Ollier analizó para la contra de NU el gelatinoso tablero porteño y el impacto que tendrá lo nacional sobre la Ciudad, en la carrera a octubre. Juzgó, por ejemplo, que Cristina está en un callejón sin salida si pretende afianzar el escenario político favorable que se le reconfiguró tras la muerte de su esposo y explicó por qué las primarias abiertas fortalecerán a la ciudadanía y a los candidatos pero no a los partidos políticos.

–Teniendo en cuenta los últimos movimientos en la política argentina, pareciera que Macri podría ser finalmente el candidato del Peronismo Federal. ¿Qué consecuencias podría tener este conglomerado de cara a octubre?
–Parte de las posibilidades de Macri de ser un candidato competitivo pueden depender si va o no con el Peronismo Federal. Si esta coalición finalmente se hace, este conglomerado puede ser competitivo; las chances de Macri son hoy claramente mayores que antes de la muerte de Kirchner. De todos modos, el escenario de 2011 parece presentarse con tres alternativas competitivas: el oficialismo; un frente de la UCR, el socialismo, el GEN y otras fuerzas menores, y esta coalición. En una palabra, estaríamos frente a un escenario de tres tercios, pero sólo dos fuerzas llegarán al ballottage.

–Escuchando las propuestas de los candidatos, no parecieran existir diferencias sustanciales en los proyectos. En ese contexto, ¿cómo definiría ideológicamente al macrismo hoy y qué diferencias concretas existen con el kirchnerismo? ¿Macri es la derecha y el kirchnerismo, el progresismo? ¿Por qué?
–Es importante tener claro que la ideología no define los cortes políticos en el país. De todos modos, las diferencias ideológicas, si existen, aparecen subordinadas a los intereses de la lucha política. Los Kirchner durante los 90 avalaron las políticas neoliberales del menemismo, en particular promovieron la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales y mantuvieron silencio frente al indulto otorgado por Menem a los comandantes. Luego apoyaron su reelección.

–¿Por qué las diferencias ideológicas se supeditan hoy a la lucha política y las ideas son poco menos que intercambiables? De hecho, una de las políticas más interesantes del kirchnerismo, el ingreso universal por hijo, era originalmente una idea la Coalición Cívica.
–Uno de los rasgos del peronismo es contener todo debajo de la misma denominación; así vemos cómo peronistas que estuvieron con Duhalde, hoy participan del proyecto kirchnerista, mientras otros, que creen que el kirchnerismo está en retirada, forman parte de un proyecto alternativo. Lo que define es la posibilidad de retener o alcanzar el poder. Macri irrumpe en la política presentándose como una alternativa nueva, no obstante, finaliza construyendo su fuerza política con dirigentes históricos del peronismo.

–¿Qué significado político tiene la Capital, de cara a la contienda de octubre?
–Eso depende de cuándo sean las elecciones porteñas. La ley de la Ciudad establece que no pueden ser simultáneas con las nacionales. Sin embargo, el macrismo pretende cambiar las reglas. Porque éste sí que es un problema de nuestra democracia invertida: la lucha por el poder no se sujeta a reglas. El que se sabe ganador de la disputa, en cualquier circunstancia, tiende a cambiar, violar o incumplir la ley para favorecer su capital político. En estas cosas es donde buena parte de la dirigencia política se parece.

–Una evaluación sobre la performance de Pino Solanas, cuya fuerza había sido la sorpresa política en la última elección.
–No creo que piense que tiene alguna chance de llegar al ballottage, pese a que ha decidido competir como candidato a presidente. Por ahora no tiene un candidato fuerte en la Ciudad. Por lo tanto, excepto la posibilidad de tener más diputados (nacionales y en la Ciudad), no se advierte que tenga una política para lograr crecer desde algún espacio ejecutivo. Su estrategia está desplegada pensando más en 2015. Quizás aspira a consolidarse como tercera fuerza para ese momento electoral, frente a un peronismo por entonces unido y un radicalismo recuperado.

–Desde el oficialismo, dos candidatos de perfiles diferentes empezaron a hacerse visibles en la carrera 2011 para la Ciudad: Boudou y Filmus. ¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades?
–En realidad son candidatos con perfiles diferentes dentro del dispositivo kirchnerista, aunque ambos sostuvieron las políticas neoliberales de los 90. En el caso de sus candidaturas en la Ciudad, ambos vienen atados a la figura presidencial; no tienen autonomía o vuelo propio frente al conjunto del electorado porteño. Como lo tiene Scioli en la provincia, por ejemplo. Por lo tanto, sus chances dependerán de la situación política del Gobierno al momento de la elección, de la simultaneidad o no de las elecciones porteñas y en la Nación, y del o la contrincante principal que aparezca con posibilidad de ganar la Ciudad.

–Después de la muerte de Kirchner, Cristina recuperó votos de la clase media urbana, y básicamente de las mujeres que se identificaron con su viudez (efecto desprotección). ¿De qué modo podría consolidar Cristina ese repunte?
–Su situación política es muy difícil; visto desde afuera está en un callejón sin salida, pues para consolidar ese repunte quizás debiese desprenderse de algunas figuras muy cuestionadas por la opinión pública. Pero si ella comienza a renovar las caras que la rodean (los kirchneristas, los aliados de centroizquierda y los peronistas políticos y sindicales) corre el riesgo de desatar las disputas internas por el ascenso. Y esto no es lo mejor para su imagen de presidenta capaz de garantizar la gobernabilidad. Por lo tanto, lo que sería mejor para su imagen, renovar caras y prácticas, es un problema; pero seguir como está, también puede constituir un problema. Por otra parte, hay dos cuestiones de política pública que están al tope de las encuestas de preocupación ciudadana: la inflación y la inseguridad. Si bien la segunda no es exclusiva responsabilidad del Gobierno, éste recién ahora la reconoce y habrá que ver su efectividad en resolverla. En cuanto a la inflación, sin duda es de su exclusiva responsabilidad.

–¿En qué puede mejorar la calidad de la democracia o el fortalecimiento de los partidos políticos la inauguración de las internas abiertas?
–Las primarias abiertas van a dar más ingerencia a la ciudadanía en la última etapa de la elección de la fórmula presidencial. Al ser obligatorias irá mucha gente a votar y eso provocará una sensación fuerte de participación. Sin embargo, van a fortalecer a los candidatos, no a los partidos.

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