Una promesa: “un día de estos los investigadores crearan un pollo que sabrá a pollo”
Unos investigadores crean unos pollos que no transmiten la gripe aviaria
Una modificación genética confunde al virus H5N1 y evita su replicación y propagación
Los animales son por ahora experimentales, pero abren un camino para la producción en masa
Unos investigadores británicos han logrado mediante una modificación genética los primeros pollos que no transmiten el virus de la gripe aviaria, una enfermedad con graves implicaciones en la producción avícola mundial e incluso en la salud humana. Aunque por ahora no se ha pensado en su comercialización, los animales son externamente iguales a los convencionales y no tendrían ningún efecto para el consumidor, explica uno de los autores del trabajo, el español Alejandro Núñez, especialista en patología de la Agencia Británica de Laboratorios Veterinarios (VLA), en Weybridge.
El trabajo, cuyos detalles se han publicado en la revista Science, ha sido liderado por Laurence Tiley, del Departamento de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cambridge. También han participado otros científicos del Roslin Institute, la Universidad de Edinburgo y la VLA.
Trampa genética
Los investigadores manipularon los genes de los pollos a nivel del embrión insertándoles una cadena de ADN con unos objetivos muy claros: que produjeran una molécula "trampa" o "señuelo" de ARN (ácido ribonucleico) que se enlazara con la polimerasa del virus H5N1 de la gripe aviaria. En palabras llanas, eso significaba engañar al virus de manera que se interfiriera su duplicación y propagación.
A continuación, expusieron los pollos obtenidos a la cepa H5N1 y comprobaron que ninguno transmitía la enfermedad a sus congéneres aunque estuviesen en la misma jaula, en un reducido espacio. Los pollos infectados a propósito por los científicos seguían muriendo, pero no contagiaban la gripe a sus congéneres, fueran o no transgénicos.
Una vez alcanzan su madurez sexual, "los animales pueden utilizarse para la reproducción, incluyendo aplicación a nivel comercial, y generar un gran numero de animales que porten dicha característica, es decir, la capacidad de expresar la molécula trampa", dice Núñez.
El gran problema de la gripe aviaria es que, aunque afecta fundamentalmente a las aves salvajes, si entra en contacto con las masificadas aves de corral se extiende rápidamente. "Esto significa que solo uno o unos pocos pollos resultarán infectados si la gripe aviar llega a una explotación avícola, y es en sí una gran mejora", asegura Tiley.
Animales sin problemas para el consumidor
"Los animales son sanos y no se ha demostrado ningún efecto secundario en ellos", explica Núñez. Tampoco habría problemas para los potenciales consumidores. "La pequeña molécula solo tiene efecto sobre el virus de la gripe aviaria ¿insiste el investigador español-. Además, quedaría completamente degradada tras la ingestión".
Núñez comenta que la modificación genética introducida sería útil incluso en el caso de que el virus mutara, algo muy habitual en cepas de este tipo. "Si el virus mutase de manera que la polimerasa ya no se uniese a la molecula trampa, resultaría también incapaz de unirse a su propio genoma y no podría por tanto replicarse", resume.
En la actualidad, la vacunación es el mecanismo de control más respaldado por la comunidad científica. Sin embargo, los autores del nuevo estudio aseguran que su estrategia ofrece "beneficios sustanciales". La fundamental es que, con la vacunación, el virus sigue pasando de un animal a otro y puede mutar. demás, Tiley y su equipo aseguran que su técnica es aplicable a otras especies domésticas que también padecen la gripe, como el cerdo, el pato o el pavo.
Investigador español
Núñez, doctor en Veterinaria por la Universidad de Córdoba, explica su cometido en el trabajo: "Nosotros llevamos a cabo las infecciones experimentales de los animales transgénicos en las condiciones adecuadas de bioseguridad (al utilizar cepas altamente patógenas), para probar su posible resistencia a la infección comparándola con animales que portaban la molécula trampa. Mi papel como patólogo veterinario es determinar la presencia de lesiones macroscópicas en la necropsia de los animales infectados".
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