Diez de la mañana en una oficina de colocación del centro de Barcelona. Caras largas aguardando turno bajo un gran cartel de la Generalitat que aquí suena a sarcasmo: Encarem el futur. Entre los que esperan, Inma, de 48 años, lleva en paro casi un año. Trabajaba de interina en la Generalitat. «He mandado un montón de currículos. Ni una entrevista. ¡Sería necesario manifestarse, los recortes siempre afectan a las clases más bajas!», afirma con énfasis. Pero añade: «Tampoco sirve de mucho». Leer Más
No hay comentarios:
Publicar un comentario