La primera conquista imaginaria de lo que luego sería denominado como Venezuela fue desde la palabra. A partir del momento en que la urgencia foránea por nombrar y definir se unió a la religión y a la ley, el ignoto espacio de lo que sería Venezuela comenzó a ser reconocido desde la mirada europea. Esta necesidad de domesticar lo desconocido y salvaje se instituyó como un acontecimiento primario que le daría cuerpo a los posteriores discursos sobre la formación de la nacionalidad. Leer Más
No hay comentarios:
Publicar un comentario