La corona mundial de MotoGP podría haberle liberado. Sin embargo, parece preocupado. Su obsesión es superarse a sí mismo. Pero después de la temporada pasada, en la que logró con su Yamaha el récord de puntos, no es tarea fácil. Jorge Lorenzo (4 de mayo de 1987, Palma de Mallorca) es así. Fue educado para ganar. Y hoy (14.00, TVE-1) lo intentará en el Gran Premio de Portugal, en Estoril, desde la pole, posición que ocupará el alemán Stefan Bradl en Moto2 y Nico Terol en 125cc. Lorenzo sigue sin dejar indiferente a nadie. Ayer se enfrentó al italiano Marco Simoncelli en una tensa rueda de prensa por sus problemas en la pista.
Pregunta. ¿Qué es lo más duro de ser Jorge Lorenzo?
Jorge Lorenzo |
Respuesta. Últimamente, no me puedo quejar de mi vida. Pero me cuesta cada vez más llevar la fama. Anhelo mucho los momentos de soledad y de tranquilidad con mis amigos. Y quizá lo que peor llevo es tener que lidiar con algún seguidor maleducado. Cuando estás comiendo con los amigos o paseando por la playa y un aficionado te pide una fotografía, tienes que hacerte esa fotografía. Me la hago con los que me lo piden amablemente, pero hay algunos que me increpan.
P. ¿Le increpan?
R. Son una minoría. Pero, así como otros tienen la capacidad de pasar, yo les replico. No tengo la más mínima piedad. No lo llevo bien. Yo no puedo hacerme el falso y sonreír. Tengo que hacerme respetar.
P. ¿Le preocupa la imagen que tengan de usted los que no le conocen?
R. No. Hubo una época en que sí. Pero ahora me preocupa casi cero.
P. ¿Por qué le gusta ser piloto?
R. Porque es lo que mejor se me da en esta vida. Y me encanta ir en moto. Además, soy muy competitivo.
P. ¿Cómo se siente un campeón mundial?
R. No pienso en ello porque estoy en una nueva temporada y con bastantes problemas con la moto. El pasado se queda para las bibliotecas. Hay que saber disfrutar de él. Te sirve para mejorar en el presente, pero es pasado. Tengo que vivir el ahora.
P. ¿Cómo ha cambiado su vida?
R. Profesionalmente, el título me ha dado tranquilidad. Antes de conseguirlo, era campeón de 250cc, pero no es lo mismo. No me podía retirar tranquilo sin conseguir este título. Aunque no vuelva a ganar, mi carrera habrá sido satisfactoria.
P. ¿Por qué parece estar tan enfadado?
R. No estoy enfadado, pero estoy muy concentrado este año porque quiero superarme a mí mismo. Quiero mejorar la temporada pasada. Sé que será prácticamente imposible superar los puntos y las victorias, pero es posible mejorar el pilotaje. Por eso estoy tan concentrado no solo en la pista, sino también en el paddock y en las conferencias de prensa. Tengo momentos de cachondeo con mi gente, claro. También me gusta reírme y gastar bromas. Pero aquí trato de no despistarme.
P. ¿De verdad cree que es casi imposible volver a ganar el Mundial?
R. Es muy complicado tal y como están las cosas. Pero no tiramos la toalla. Además, nos han venido muy bien las dos últimas carreras porque nadie esperaba que tuviéramos esta pequeña ventaja sobre Pedrosa y una algo mayor sobre Stoner.
P. ¿Por qué es tan negativo?
R. Si no fuera positivo y no creyese en mí mismo, si fuese negativo y estuviese deprimido, no habría sido segundo en Catar ni habría ganado en Jerez. Que esté muy concentrado, y cuando lo estoy, soy serio, es una cosa. Que sea positivo y feliz, otra.
P. ¿Es feliz?
R. Soy feliz, sí. Pero, para mí, esto es muy importante. Me gustaría conseguir lo imposible este año.
P. Dice que no parece un chulo, sino que lo es.
R. Hay dos tipos de chulos. El que es déspota y mala persona y el que es ambicioso y confía en sí mismo. Si eres así, transmites chulería. Si fuera tímido y no confiara en mí mismo, si estuviese siempre dando las gracias, pensarían: "Qué lastima me da este chico, qué buen chico parece". Pero yo no soy así. Soy una persona ambiciosa, con confianza y capacidad de liderazgo.
P. ¿No se quita la careta en la intimidad?
R. Cuando estoy disfrutando de una conversación, con los amigos, contando un chiste o en el cine. No me comporto igual en el circuito que en mi vida privada. Soy bastante diferente.
P. ¿Cuántos amigos tiene?
R. Cuatro o cinco, no más.
P. Dejó a la única novia que ha tenido, muy joven, para centrarse en la competición. ¿Ha vuelto a enamorarse?
R. No. El otro día leí que las personas también se enamoran de objetos físicos. Eso sí me ha ocurrido. Pero de una chica no me he vuelto a enamorar.
P. ¿De qué se ha enamorado?
R. Estoy muy enamorado de mi moto, de la Yamaha. Nos complementamos muy bien.
P. ¿A quién ha salido?
R. Tengo una mezcla de mi madre y de mi padre. Físicamente, me parezco a los dos. En el carácter, más a mi padre.
P. Parece un niño que todavía está aprendiendo a ser cariñoso, a dar las gracias...
R. Soy cariñoso. Y desde hace mucho tiempo. Pero con la gente con la que quiero ser cariñoso. Y, es cierto, no doy las gracias cuando considero que no es necesario darlas.
P. Por difícil que sea su relación con su familia, ¿le habría gustado abrazar a su padre y su madre en Malasia nada más proclamarse campeón mundial?
R. Es una cuestión de no cambiar las cosas que van bien. Desde hace mucho tiempo, mi padre ya no viene a las carreras. Y mi madre casi nunca lo ha hecho. En ese día tan importante, en el que nada podía fallar, no quise cambiar nada. Podía esperar unos días para abrazarles a los dos al regresar a Palma.
P. ¿Nunca echa de menos a sus padres?
R. Creo que hay gente que echa más de menos a sus padres que yo. No soy superfamiliar, pero claro que les echo de menos. Y me gustaría que vivieran los dos conmigo, mi padre y mi madre, en mi casa. Y mi hermana, claro. Quizá en el futuro. Pero en una casa bien grande [ríe].
P. ¿Qué cosas le preocupan?
R. A veces pienso en la muerte. Es bastante duro aceptar que nos vamos a morir. Así que hay que aprovechar cada día al máximo. Y no tomarse las cosas demasiado en serio. A veces lo hacemos y no hace falta.
P. ¿Lo de la muerte lo dice porque, efectivamente, corre riesgos?
R. No, no lo digo por mi trabajo. A veces me entran paranoias. Pienso que estoy a punto de cumplir 24 años, que en dos tercios más de mi vida tendré 75, que seré un abuelete y que me quedará poco tiempo. Entonces, me deprimo. Paranoias que tienen todos, supongo.
P. Entonces, ¿se imagina su vida cuando se haga mayor?
R. Sí. Me gustaría inculcarle mi pasión por las carreras y enseñárselo todo a alguien. Por ejemplo, lo estoy haciendo con Ricky Cardús, que está viviendo y entrenándose conmigo. Sigue mi dieta y mis rutinas. Y ha dado un cambio bestial. Eso me llena mucho. Igual algún día los dos hacemos un equipo.
P. La muerte aparte, ¿a qué tiene miedo?
R. En este momento, no tengo miedo a muchas cosas. Tengo pánico a las cucarachas, por ejemplo. Pero nada importante. Tengo respeto a muchas cosas, pero no miedo. Puedo dormir tranquilo.
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