No es mi intención dar una clase de historia ni tan siquiera discutirla ¿Quién soy yo...?
Pero si me interesa y quiero opinar sobre los muchos tópicos que se dan sobre la conquista de las Américas por parte de los españoles. Como tales tópicos, en parte son verdad y en parte son pura retórica popular. Es verdad el propio hecho de la conquista, y por supuesto también es verdad, que para permanecer en estas tierras los conquistadores españoles tuvieron que hacer y deshacer mil y un desmanes. Los abusos seguro fueron muchos y más….
Dando un gran salto en la historia, me referiré al tópico de: “los españoles se llevaron… hicieron y deshicieron”. Esto escuchado en boca de los hispanoamericanos actuales en su mayoría criollos, resulta una paradoja. Cuando dicen “los españoles”…, se están refiriendo a los españoles apellidados: Martínez, Uribe, García etc. y más etc., apellidos muy comunes en estas tierras, es decir, a sus propios antepasados españoles.
Es justo que las tierras descubiertas por aquellos intrépidos aventureros españoles y más tarde dominadas y administradas por los distintos virreyes en nombre del rey de turno, obtuvieran su independencia, eso ni se discute ¡¡faltaría más!! El derecho a la libertad, y a administrar sus propios recursos y destino, es algo de derecho.
Dicho lo anterior, y sin entrar en si fue justo o no, que los estados (europeos) de la época dominaran a las tierras descubiertas (¿?), sí provoca mi perplejidad; que los propios descendientes de aquellos españoles que descubrieron las tierras del llamado Nuevo Mundo y se aventuraron a permanecer en ellas, sean los que de una manera (creo), poco justa, salgan ahora hablando de: los españoles nos dejaron poco menos que desnudos en su paso administrativo y dominante de las tierras americanas, es más, claman “los españoles se dedicaron durante ese tiempo: al pillaje, sometieron a la esclavitud a los propios hijos de las tierras de la Nueva Granada etc., a más de los esclavos traídos de África y a masacrar a los indígenas”, éstos, por cierto, si pueden decir y clamar al cielo con todo el derecho.
Es de suponer que al criticar a aquellos españoles venidos a estas tierras, se está criticando a sus propios antepasados, maldiciendo su suerte actual, al hecho de que se llevaran (aquellos parientes), el oro y los tributos a España.
Observo desde mi atalaya, lo mucho que dejaron aquellos parientes “malhechores españoles” (cultura, religión y sobretodo la lengua), que ellos mismos ¡¡menos mal!! dicen sentir como propia. Propios son también ciertos comportamientos traídos de España por aquellos “dominantes y depredadores”, que acá aun permanecen con mucho arraigo, el caciquismo y esa sangre caliente que es propia de los latinos, latinos del mediterráneo y latinos de este lado del Atlántico.
El propio hecho de que fuesen parientes, no quita el poder reprocharles su proceder, tampoco es mi intención, simplificar “a los parientes no se les critica” ¡¡es la familia!! Pero cuando se dice “los españoles” algunas personas deberían de echar la vista atrás no fuese que su posición actual de privilegio se debiese a los hechos de sus antepasados.
Es mi deseo no dejar pasar la ocasión, para ofrecer un pensamiento de honestidad y reconocer que como en toda conquista no deseada por los que van a ser conquistados, en la conquista de América por los diferentes estados europeos, se perjudicó principalmente a los moradores de las tierras en ese momento histórico. Los indígenas, hoy como ayer, están apartados de las decisiones administrativas y sociales de su propia tierra, ayer por los españoles, portugueses e ingleses y hoy por los descendientes de aquellos. Dejemos que sean ellos los que clamen al cielo y escúchemeles y no seamos hipócritas.
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