1.

jueves, 16 de diciembre de 2010

El interés de los alumnos.

He tenido la oportunidad de leer un artículo llamado “educación y calidad” y sin entrar en el contenido del artículo que por cierto es muy interesante, y no entro,  porque no conozco bien el tema de la educación en general de Colombia. Pero si quiero tomar el artículo como excusa para opinar de una parte de la educación que si conozco y  seguro que conoce cualquier colombiano interesado en las cosas de su país.
Un buen día, tuve la oportunidad de asistir a una clase ordinaria en un colegio público acá en Colombia. No se y me gustaría que así fuese, si fue un hecho aislado en un colegio dejado de la mano de dios estado, digo que me gustaría que fuese un hecho aislado, pero mucho me temo que lo que ahí presencié es algo que por desgracia para la enseñanza, se repite en muchos otros colegios de la amplia geografía de este maravilloso país.
Dio comienzo la clase, mientras los alumnos de 10º grado, departían unos con otros en amigable y animada charla de café (unos), mientras otros escuchaban “buena música” en sus auriculares y otros dormitaban o descansaban la vista recostados en su pupitre y a fuerza de ser algo positivo, es verdad que algún estudiante atendía los requerimientos de la maestra, que se esforzaba por hacer que el resto de la clase le escuchara. Esto que acabo de escribir, no es por desgracia algo aislado en los colegios y ahora no hablo solo de acá. La disciplina, el buen orden y la atención debida al profesor en los colegios (algunos colegios), ha quedado por los suelos. Los muchachos y muchachas se han hecho dueños y señores de las clases, creo se ha pasado de una disciplina victoriana a la anarquía total. No estoy de acuerdo en una disciplina antigua del “burro a palos anda” y si me fuerzan, soy partidario de la libertad individual del muchacho, pero cuando el alumno (en este caso), no sabe aprovechar esa libertad individual, para hacerse un buen estudiante y se deja arrastrar por los cabecillas indomables de la clase, toca que los padres en las casa, y los educadores en los centros de enseñanza, saquen los códigos de buen comportamiento, por las buenas o por las malas en aras de volver a reconducir la situación.
Como se puede imaginar, en dicho colegio el fracaso escolar es muy alto y no creo que se deba a la ineptitud de algunos maestros como en dicho artículo se comenta, si no más bien a esa fortaleza numantina mal entendida que los alumnos hacen de la libertad que les promocionan las normas  disciplinarias que prima la anarquía en los colegios.
En un punto y aparte quiero comentar, que las esperanzas de estos muchachos en tener un futuro de trabajo en muchas áreas y pueblos son muy descorazonadoras y ésto también ayuda a que estos muchachos se desanimen y pierdan el interés en el estudio. A los jóvenes, se les debe  proporcionar un futuro que en ellos despierte el interés por atender al maestro y por desgracia en muchos casos, solo trabajos de miseria les espera en el futuro.  

No hay comentarios: