El periodista trabaja para que sus colegas se crean el boom de la internet social y la incorporen a su método de trabajo
Comenzó en un diario médico y, a sus 45 años, lleva más de 15 en la BBC entre programas e informativos. Desde el 2005 está al frente de un departamento que pretende que los periodistas se crean el boom de las redes sociales y las incorporen a su método de trabajo.
"Las redes sociales ya forman parte del periodismo del siglo XXI, y si no entiende esto, tienes un problema", advierte. En la BBC lo evidenciaron a partir del tsunami que asoló Indonesia en el 2005, cuando la audiencia les llenó de fotos, mensajes y testimonios sobre una tragedia que cubrían a distancia.
--¿Cómo definiría su trabajo?
--Busco animar a los periodistas a que utilicen internet de modo avanzado. Las redes sociales nos están llevando a un proceso más transparente de la información, y si no nos involucramos, los periodistas nos vamos a quedar fuera porque ya no somos los propietarios de las noticias.
--Busco animar a los periodistas a que utilicen internet de modo avanzado. Las redes sociales nos están llevando a un proceso más transparente de la información, y si no nos involucramos, los periodistas nos vamos a quedar fuera porque ya no somos los propietarios de las noticias.
--¿Cómo se apela a la transparencia cuando el secretismo ayuda a conseguir una exclusiva?--Los periodistas nos pasamos mucho tiempo mirando qué hacen los otros y preservando nuestra información. Pero hay investigaciones que es interesante abrir. En una gran historia, como lo que pasa ahora en Túnez o Egipto, que se desarrolla en directo en internet, podemos contar esa historia a través de las redes sociales. Hay mucha información en Facebook y Twitter; que sea correcta es otro tema.
--En el mundo real, sabes a quién le preguntas, en Twitter no siempre sabes quién está hablando.--Por supuesto, y eso es interesante. Somos periodistas siempre. Tenemos que estar en las redes sociales para saber cómo funcionan, pero también para formar parte de esa gran conversación sobre las noticias. Nuestra reputación nos obliga a ser cuidadosos con lo que decimos, sobre todo ahora cuando todo se difunde de forma muy rápida. Podemos entrar en Twitter y decir "he oído este rumor y quiero saber si es verdad", y hay que volver y decir si es cierto o no. La comprobación es la clave de todo.
--¿Tener éxito en las redes asegura el éxito en el mundo real o solo quiere decir que tienes un público menor de 40 años, por ejemplo?
--El mundo de las redes sociales solo es una fuente más. Durante las últimas elecciones británicas, un programa dela BBC invitó al líder de la ultraderecha Nick Griffin, un personaje muy controvertido. Para los usuarios de Twitter, la imagen que dio fue muy distinta de la que apreció el resto de nuestra audiencia. Era como si hubieran visto dos programas distintos. En el Reino Unido más de la mitad de la población está en Facebook, aunque hay muchos menos en Twitter. Así que Facebook puede ser bastante representativo de lo que pasa en el país. No dicta, pero informa.
--El mundo de las redes sociales solo es una fuente más. Durante las últimas elecciones británicas, un programa de
--¿Les van a afectar los recortes que plantea la BBC ?
--Es una reestructuración pensada para adoptar una estrategia y una dirección. Hicimos muchas páginas web que no tenían ni estrategia ni tuvieron en cuenta la competencia.
--Es una reestructuración pensada para adoptar una estrategia y una dirección. Hicimos muchas páginas web que no tenían ni estrategia ni tuvieron en cuenta la competencia.
--¿Se imagina un medio de comunicación que solo use Facebook?--Por supuesto, y antes de lo que pensamos. En EEUU hay diarios que solo se publican ya en internet. Podría ser el siguiente paso, aunque habría que adaptarse a la tecnología. En Twitter es más fácil porque enlazas a otras páginas. Pero todo se basa en la reputación. Si tienes la marca, tienes credibilidad y puedes hacerlo.
--¿Por qué nunca han abierto a los usuarios una investigación periodística, como hizo The Guardian con las cuentas de los diputados?--Hicimos un pequeño ensayo con otro tema y no estuvo mal. En The Guardian son muy creativos. Es un área en la que podemos hacer más, pero la tarea de investigación ha de ser del periodista.
--¿Se imagina a la BBC creando un Wikileaks, como hará Al-Jazeera?--Colaboramos con Wikileaks. El resto no está previsto. Para mí, el periodismo es una narración que explica lo que pasa, y si no, pierde el sentido. Tenemos programas de investigación muy prestigiosos pero no en el estilo Wikileaks.
--¿Cómo se consigue que los lectores se impliquen en aportar comentarios que aporten valor a la información? ¿Cómo evitan a los que insultan o solo bromean?--Es una combinación de tecnología y experiencia de usuario. Hay programas que te permiten valorar los comentarios y que los más interesantes o los más valorados aparezcan primero. También puedes crear un sistema de reputación, aunque esto implica que los lectores de la web se registren. Y aplicando técnicas de comportamiento para la moderación y haciendo que sean los propios periodistas los que respondan a los lectores de sus historias, porque eso les hace sentirse más valorados y que se impliquen más.
--¿No podemos ser demasiado parciales usando Twitter como voz en países donde no todo el mundo tiene acceso a internet?-- Por supuesto. Las redes sociales son solo una parte, no puedes confiar en ellas como única fuente. Nos pasó en el Reino Unido con las protestas de los universitarios. Lo que más salió en los medios fue la foto de Carlos y Camila atacados en el coche. No puedes dejar que esto te absorba el resto. Hay otras historias importantes. Y eso las redes sociales te lo recuerdan, porque sale lo que le interesa a la gente.
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